Un juego de habilidad puede ser cualquier objeto utilizado para poner a prueba o fomentar la destreza o la manipulación por parte del individuo sobre ese objeto. A priori, algo con lo que llevamos a cabo distintas acciones como lanzar, atrapar o girar entre otras. La mayoría de los juegos de habilidad se practican de forma individual aunque, como en toda actividad lúdica, al ser compartidos, aumentan considerablemente su potencial de diversión.

En primer lugar, porque son sumamente divertidos y esa es la motivación inicial que nos debe llevar a jugar a cualquier cosa. Además, con los juegos de habilidad tenemos una verdadera oportunidad de medirnos a nosotros mismos, evaluar nuestra capacidad inicial y nuestro progreso, descubrir un potencial que seguramente desconocíamos y sentir el placer reconfortante de ir alcanzando metas. Eso se llama evolución y cualquier evolución es una forma de crecimiento personal.

Un buen juguete de habilidad debe ofrecernos distintos niveles de dificultad para poder adaptarnos a él según nuestra progresión. Si resulta muy difícil desde el principio, sólo encontraremos frustración y abandono y si, por el contrario es demasiado fácil, incluso en sus opciones más complejas, pronto será abandonado por aburrido. Por eso Ludokubo se encarga de hacer una selección óptima para ti. Buscamos juegos de habilidad que tengan una curva de aprendizaje que resulte lo suficientemente escalable para que no te desmotives y a la vez percibas el desafío constante de poder mejorar, la sensación de que con un poco más de esfuerzo, pronto podrás alcanzar la siguiente meta. Esa es nuestra premisa a la hora de presentarte nuestra selección, esperamos que te guste.